SERPIENTES Y COCODRILOS

Las palabras nunca han sido mis aliadas, especialmente si de expresar emociones se trata. De hecho, mis cagadas a la hora de “tener que hablar” con alguien son mundialmente conocidas.

Una de las peores fue cuando solté algo así como “El mundo es bonito; tienes tantas cosas bonitas que no me necesitas”. Así de mal lo haría que al día siguiente el pobre chico se acercó a decirme: “Me acaba de decir X que hemos cortado, ¿qué cojones?” Ahí fue cuando saqué la artillería pesada y le expliqué que él era un cocodrilo y yo una serpiente y que por ello no podíamos estar juntos. En su momento le vería su lógica a la metáfora, aunque confiese que no consigo encontrarla ahora por más que le doy vueltas – y una parte de mí se alegra xD

Claro que comparado con otras situaciones en las que dejé a alguien por Messenger, sms o incluso email supongo que no podemos meterla en el top 3 de maldad – ¿quién deja a alguien por email? Tuve incluso que mandarle un mensaje pidiéndole que revisara el correo cuando habían pasado un par de días porque no paraba de hablarme como si nada. No podía haber encontrado una peor forma, incluso el telegrama o un cuervo hubieran tenido su encanto Vintage.

Si de repente apareciese la señora del anuncio de Neutrex, y mientras ella esta entretenida contando las infinitas ventajas del detergente corrieseis a robarle la lavadora y descubrierais gracias a vuestro sentido común que si le dais al agua caliente viajáis al pasado…

Ahora ‘en serio’. Si pudieseis viajar al pasado, abofetead a vuestro joven yo y darle una lista con todas las gilipolleces que no deberíais cometer, ¿lo haríais? ¿O sois de los que pensáis que entonces no seríais las personas en las que os habéis convertido?

Yo personalmente me daría un par de ostias. Lo de contarle porque o no ya me lo pensaría, pero al menos que se quedase el “algo habrás hecho” en el aire.

La cuestión es que hasta que las lavadoras mágicas existan, me temo que solo nos queda apechugar con nuestras decisiones pasadas y esperar que el universo no sea muy rencoroso.

Como alguien dijo una vez (ayer xD) muy sabiamente, hay personas que te van a utilizar como muro para no ver lo que se encuentra más allá y aunque nos hayamos equivocado dando pie a esa idea, solo nos queda hacernos responsables sin dejar que la culpa nos coma, gritarle “sue me!” a la vida y y aceptar que no podemos contentar ni salvarlos a todos.

Espero que vuestro concepto de mi no haya caído aún más tras leer el post. Si tenéis cualquier burrada/situación incómoda, me encantaría escucharla. Y si me decís que no la tenéis, me parecerá justa y una mentira enorme xD

Happy Friday!

MAKE THEM LAUGH

Tras años de estudio empírico – a eso es a lo que me dedico en mis numerosos momentos de mirar al vacío, ¿qué pensabais? – he llegado a la conclusión de que no hay nada más poderoso que la risa.

Sé que estas noticias os pueden resultar muy chocantes, así que sentíos libres de tomaros cinco minutos para asimilarlo.

Y es que da igual lo que digáis, no hay nada tan reconfortante como hacer reír a alguien sin reparos – de esas veces que terminas llorando e incluso asfixiándote :P Probablemente muchos de mis amigos piensen que “la pobre no da pa’ má” y es que a lo largo de mi vida he dicho muchas chorradas. Muchas.

-Ese es mi futuro - comenta Lino señalando algo en la distancia

- ¡¿Quieres vivir en un cobertizo abandonado?!  – obviamente yo

- Eso o la universidad que está al lado, lo que tu prefieras

¿Qué podría haber pensado antes de hablar? Probablemente (o eso me digo a mi misma xD), pero, ¿me estaría acordando ahora de todo lo que nos reímos entonces? Probablemente no.

Os dejo otra de mis favoritas y juro que ya para con los flasbacks.

- Dicen que a las mujeres os dieron a elegir entre belleza e inteligencia, ¿vosotras que elegisteis?

- mm… espera, ¿nos estas llamando feas o tontas?

Una vez más, sigo sin arrepentirme de todas las burradas que digo. El mundo es ya un lugar demasiado realista como para encima tomárnoslo en serio, ¿no pensáis?

Así que dejaos de tomaros las cosas como si fueran personales, no deis tantas vueltas a las cosas (freeze!) y decid lo primero que se os pase por la cabeza, reíos en la cara del peligro, y si encontráis a alguien que consiga haceros reír hasta que os duela el estómago, atadlo a una silla y no dejéis que escape. O mantenedlo en vuestra vida de una forma menos sádica – eso ya vais viendo vosotros.

 Ya ha habido varias personas que me han preguntado últimamente que porque estoy feliz. Pues mira, puede que sea aún el efecto de la melanina en mi cuerpo o que aprecio más a las personas que están en mi vida sin recurrir a cuerdas - la cuestión es que no encuentro motivos para no sonreir (Vereis, que tampoco he tenido una embolia como el emoticono de Facebook, se que existir existen, así que por favor no me digais: "pues a mi se me ocurre uno!" xD)

Y vosotros? Recordais la última vez que reisteis a carcajadas? Si la respuesta es hace más de 24 horas, mal! vamos a tener que hacer algo al respecto :)

Espero que os haya gustado el post y siento haber estado tanto tiempo ausente – sé que no son las únicas culpables, pero como puedo y así las menciono, voy a echarle las culpas a las vacaciones.

Nada como una semana en Tenerife tomando el sol a 30 grados, o escuchando a Denis con una copa de Baileys en la mano, para volver a casa y pensar: “Y yo qué hago aquí?”

En fin, ánimo con la semana, ya queda menos que ayer para que lleguen los días libres (sean cuales sean) 😊

Y EXPLOTO COMO UNA PALOMITA

Supongo que si sois humanos habréis sentido alguna vez la tentación de arrojar cosas, echar a correr hasta llegar a la montaña y gritar agónicamente como si os estuvieran despellejando viva. Bueno, tal vez seáis un poco más estables que yo y no habéis llegado a tanto, pero os hacéis a la idea.

Estos últimos días he tenido tanta mala leche que no me aguantaba ni yo. Imaginaos al resto. Así que claro, me puse a pensar que tenía que encontrar alguna forma de juntar mi mierda antes de que le estallara en la cara a alguien. Imagen mental desagradable, lo sé.

Hace poco hablando de esto con un amigo me contó la técnica de “el lugar feliz”. Básicamente, si no entendí mal, consiste en elegir un lugar donde te hayas sentido seguro y relajado e intentar llevar allí a tu mente en los momentos de estrés – aunque imagino que hay que manejar primero la habilidad de funcionar con el piloto automático, porque a la gente no le suele gustar discutir con trozos de carne comatosos. Aunque de acuerdo con mi experiencia, sonreír y asentir (o negar y ponerte serio si ves que está gritando porque si sonríes mucho lo mismo te parte la cara) aún funciona.

Pasé un tiempo pensando cual sería mi lugar elegido. El primero que se me vino a la mente, no tengo muy claro porqué, fue la mesa camilla de la salita de mi tía. Concretamente dentro. Juro que no me he pasado mi infancia encerrada en lugares oscuros, supongo que es por la sensación que estar allí -en casa de mi tía, en general - me transmite. O porque, admitámoslo, meterse en sitios siempre es divertido. Y, todo el mundo sabe, que mientras te tapes o te cubras con algo, los monstruos no pueden encontrarte 😊

Otra “técnica”, por llamarlo de alguna forma, que siempre me ha hecho mucha gracia es la de racionalizarlo todo al extremo. Por poner un ejemplo, vas a prepararte un sándwich con el paté que compraste ayer mismo, pero cuando vas a buscarlo descubres que alguien se lo comió la noche anterior a cucharadas. ¿Qué haces? ¿Sentir odio infinito? ¿Pensar que te acaban de joder el día? Pues en el esquema del universo supongo que no llega ni a intento de problema, así que lo mejor es reírte de haber pensado por un solo momento que eso era motivo para joder nada y buscar otra cosa que ponerle. Y sino el pan solo también está bueno, a ver si nos vamos a poner ahora pijos.

Como teoría es bonita, he de decir que a la hora de la verdad lo más probable es que termines gritándole al gilipollas que se comió TU pate a cucharadas, salgas de casa gritando como una loca “A cucharadas!” y optes por no comer nada en una huelga de hambre que no valdrá para absolutamente nada. Ah, madurez.

Pero mi favorita es sin duda la escritura automática. Dejar vagar a tu mente por los recovecos más oscuros y poner en palabras todo lo que en la vida te vas a atrever a decirle a nadie. Y sorprenderte a ti misma por el nivel al que llega tu cabreo, o por lo cruel y sincera que puedes llegar a ser. Eso sí, asegúrate de que nadie puede leerlo – ponle un nombre al archivo como “estadísticas fluctuantes del comercio internacional”- esa he sido yo en modo escritura automática, no preguntéis. Y si lo escribís en papel tened cuidado, a veces ni escribirlo en lenguaje alien es seguro.

¿Y vosotros? ¿Ya habéis pensado cuál sería vuestro lugar seguro? ¿Tenéis alguna técnica para no convertiros en palomitas o preferís seguir las sabias palabras de Shrek: “Más vale fuera que dentro”?