Que probablemente no conozcas ni te
interesen, pero que voy a compartir de todas formas
1. Cuatro años viviendo en
Escocia y 6 meses en Glasgow, y aún asiento y sonrio
La primera vez que visite Escocia recuerdo que no tenía muy claro si los señores hablando delante mia eran Escoceses o Alemanes, por que no era normal que no reconociese ni una palabra. Después de más de dos años trabajando de cara al público se que muchos piensan que domino perfectamente el Inglés, pero la verdad es que hay muchas veces, normalmente después de un par de "what?", en la que termino sonriendo y asintiendo, o murmurando algo ambiguo como "right, yeah..." A saber a cuantas cosas habré accedido.
2. Diez años de adicción
Es increíble cómo pasa
el tiempo, y quien diga lo contrario tiene menos de 20 años. Aún recuerdo
cuando empecé a los 18 años, fumando a escondidas en la ventana de mi casa. Una
vez que mi hermana me preguntó porqué olía a tabaco si llevaba toda la tarde
estudiando en el cuarto… y solo se me ocurrió decir “Abrí la ventana y había
gente fumando” (En mi boca, al parecer) Creo que no se lo creyó.
3. Pase dos años apuntada al
gimnasio antes de decidirme a ir
Uno pensaría que pagar
casi £20 al mes te haría sentir una cierta obligación moral por darle uso, pero
fui tirando de lunes a lunes empiezo y al final habían pasado dos años.
4. Aprendí hace poco que echar
varios ingredientes en un bowl no se considera cocinar
Mi plato estrella
siempre ha sido la “ensalada cesar” – aunque me temo que lo único que tenía de
ensalada era la lechuga. Luego básicamente rebuscaba lo que tenía por la casa y
lo echaba al bowl – pollo, atún, palitos de cangrejo, bacon, queso, picatostes,
… y, por supuesto, todo esto ahogado en
un litro de salsa cesar. Y este era mi plato más saludable. Imaginad.
5. Mis ojos tienen maquillaje
perenne tras 10 años pensando que los desmaquillantes eran para gente rica – el
agua es gratis!
Creo que no ha sido
hasta hace tres años que he empezado a usar toallas desmaquillantes. ¿Para que,
si luego me iba a ir a la cama y la almohada me serviría de toalla? Además, ¿y
el tiempo que te ahorras en volver a maquillarte cuando te levantas tarde? Es
broma, no lo recomiendo.
6. Tengo tres estómagos, y no
dudo en usarlos
“¿Oye, sabes qué ha
pasado con el brazo de gitana que traje esta mañana?” me preguntó mi hermana. “Ah,
lo siento, lo cogí para merendar” “¡¿Te has comido un brazo de gitana entero?!”
“Pensaba que era una caña…” A mi hermana aún le gusta recordarme esta historia
después de 12 años.
7. Pulso demasiado el botón
“ignorar”
Lo que viene siendo esconder la cabeza bajo la manta y pensar "si no lo veo no es real". Tengo tantas cosas encerradas en un baúl en alguna parte de mi cerebro que ya ni con sentarme encima se cierra. Pero de nada sirve agobiarme ahora. Poco a poco. Que no panda el cúnico :)
Y esto es todo por hoy, pasad buen fin de semana! (a no ser que trabajéis en hospitality, entonces solo puedo decir Ánimo!)
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